CRONICA
Me esperaba un fin de semana largo y aburrido, así que lo único que tenía y sentía en ese momento, eran ansias de que me saliera un buen plan…
El día sábado estando en mi casa me invitaron a pasar una tarde que podría llamarse de “película”, estuve con mis amigas y mi novio viendo unas muy críticas y cómicas filmaciones, pasando así casi hasta la media noche, la día siguiente estuve con mis papás en misa como todo típico domingo de familia colombiana, después fuimos a almorzar con unas tías casi abuelas de mi papá que la verdad son poco simpáticas, - valga la aclaración-, saliendo de allí decidí desquitarme de ese medio día tan jarto, entonces me fui a practicar un rato con mi tabla, estando en piso liso, me encontré con varios amigos y me dijeron que iba a ver un concurso en la pista cercana a Salitre Plaza, entonces nos fuimos para allá, participamos, pero solo uno de nosotros gano, saliendo del concurso empecé a sentir el golpe que me di montando en el concurso, mi espalda estaba morada y se me dificultaba caminar, entonces me toco coger un taxi y que me lo pagaran en la casa, llegando, mi mamá me pego una vaciada con castigo seguro, me quito la tabla, después me duche y me tome un acetaminofen, pues no soportaba el dolor ya siendo casi las 11:30 p.m. me logre quedar dormida, al día siguiente mi novio fue a visitarme, salimos a almorzar y después jugamos un ratico PlayStation, el se fue a su casa yo a dormir.
Así fue mi bonito y doloroso fin de semana, solo me resta decir que no montare durante un mes, pues la espalda no me deja caminar muy bien.
Redacción:
Mónica Jiménez Arroyave